Él al igual que yo nos encantaba hacer el amor, hacíamos todas las posiciones posibles y lo disfrutamos, me confesó una vez que su mayor fetiche era verme en pantimedias y minifalda, no fui una mujer que acostumbrara a usarlas, solo las vestía cuando tenía que ir a alguna reunión o entrevista de trabajo. Sin embargo le di el gusto y me compré 2 pantimedias negras y 2 color piel, y empecé a vestirme varios días a la semana con minifalda o vestido, en la universidad, la sorpresa de mis compañeros de clase no se hizo esperar ya que siempre mi manera de vestir había sido más recatada, pero no me importaba solo lo hacía por darle gusto a mi novio, he estado muy enamorada de él y también me encantaba como me hacía sentir incluso en la cama.
2ª parte
La primera vez que él me vio así, fue cuando quedamos de vernos en el centro comercial. Yo ese día lucía mi vestido favorito a rayas negras con blanco horizontales que es ceñido al cuerpo, mi cabello suelto, me había maquillado un poco más resaltando mis labios con lápiz labial rojo intenso, todo mi atuendo iba complementado por supuesto con unas pantimedias negras, no me gustan mucho los zapatos altos de tacón así que decidí completarlo con unos tenis Converse blancos para verme más chic.
Nunca se me olvidará la cara de Javier al verme, sus ojos casi saltaban de su rostro y por primera vez lo noté nervioso conmigo. Me encantó verlo así, me sentí muy sexi ese día. Entramos al cine a ver una película francesa que siempre había querido ver. Desde el momento de sentarnos en nuestros asientos incluso antes noté a Javier muy inquieto, no paraba de besarme, tuve que retocar mi lápiz labial varias veces... empezó la película y estaba tan concentrada que no me fijaba en el comportamiento de Javier hasta que empezó a deslizar su mano por una de mis piernas y sus movimientos eran cada vez más insinuantes.
En lugar de incomodarse, todo lo que hacía me empezó a gustar, deslizaba sus uñas como queriendo rasgar mis pantimedias y empezaba a subir su mano casi al final de mi entrepierna, me daba cosquillas pero a la vez me encantaba, fue una sensación nueva y deliciosa el sentir la sensación de mis medias con sus dedos, ¡Obviamente estaba oscuro y nadie podía detallar lo que estaba haciéndome Javier!, cada movimiento de sus manos hacía que me excitara a tal punto que empecé a sentirme mojada, no aguanté más y le susurré al oído que mi entrepierna estaba humedecida, a lo que él respondió...
3ª parte