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Mi fetiche o la mesa del placer

Escrito por Jose Caballero | 14-mar-2022 10:06:00
 
 14/03/2022     11:06

MI FETICHE O LA MESA DEL PLACER

1ª Parte

Mi pecho recostado sobre ella, mi cara cubierta por mi melena rizada, mis brazos abiertos, mis manos aferrándose a los bordes. Mis piernas firmes y torneadas, una tobillera le da un aire canalla a mis zapatos de tacón alto  que realza aún más, la curva perfecta de mi trasero.

Desnuda, expuesta en esa de madera maciza que tenemos en el salón, nuestra compañera de juegos, plató improvisado de incontables juegos. Con mis ojos cerrados, como zorra que soy, estoy segura de que es una imagen apetecible para cualquiera, para quien pueda imaginarla.
 
En ella, me han quitado montones de vestidos, todos los tangas de mi cajón, sobre ella, me han vestido con cuerdas, introducido esos tangas en mi boca, ahogando los gemidos, está mesa es puro sexo, y me encanta.
 
Si abro bien los ojos, puedo ver las marcas que dejo la argolla de mi collar de cuero en otras ocasiones.

Puedo oler el vino derramado, el sexo, mi sudor, puedo ver, si me esfuerzo, las pequeñas manchas, los cercos, de las perlas de oro líquido que brotaron de mi coño y se alojaron en ella. Está mesa huele a sexo, y me encanta.
 
Millones de imágenes, he posado boca arriba,  mordiéndome mis labios, mientras sus dedos buscaba en el interior de mi sexo, boca abajo, con mis pezones haciendo de frenos sobre ella, ante las embestidas de sus manos en mi culo, acelerando.

Arrodillada, con las manos en mi espalda, el sujetando mi cadena con una mano  y con la otra agarrando mi melena, con mi boca llena del sabor de su polla.

Está mesa es testigo de las guerras que libro, cómplice de ellas.

Pienso en mí cuerpo tumbado sobre ella, acaricia mi culo, suave...

2ª Parte

Siento sus dedos jugando en mi coño, pronto descubrirá que el oro líquido ya fluye entre mis piernas, estoy desnuda, pero quisiera tener un tanga enredado en mis tobillos, para que  fuese más perfecta la imagen.

 Sube mi pierna izquierda a la mesa, la visión de mi coño me viene a la mente, el me penetra. Se inclina sobre mi, besa mi nuca, con cuidado y con ternura, mientras su polla sin pedir permiso, penetra en mi interior, empuja mi coño sobre el canto de esa mesa. Mis gemidos aumentan ,la luz del día entra por una persiana mal bajada, baña la mesa, baña mi cuerpo,  ahora sus manos levantan  mi cabeza, tirando del collar, abriendo mi boca, sus dedos la profanan, alza mi espalda, y mis pechos asoman, soy un animal con tacones, follando sobre una mesa. 
 
El lo sabe, lo ha vivido otras veces, seguramente parará,  me hablará en el oído, dejara descansar mi cuerpo sobre ese lecho que huele a sexo, jugará conmigo, con su juguete exclusivo.
 
Ella lo sabe, acabaré rendida, con la cadena colgando, reventada... Esa mesa sabe todo, y me encanta.
 
FIN