Hoy será mi trono, yo te miraré desde allí. Te ordeno que me traigas una copa y tu me la tres rápido, no sabes lo que te espera… La copa resta muy llena, te lanzo el vino a la cara y con mis zapatos te empujo hacia la mesa.
Mientras me sirves otra copa, me levanto y pongo mi pierna sobre la silla, solo llevo mis medias y mi liguero…. Te coloco tu collar y tirando de la correa te acerco entre mis piernas, algo que conoces bien, tienes que lamer, lamer lentamente, aplicándole al máximo…si lo haces mal serás castigado
Mientras tu estás en tus deberes, yo preparo tu tortura… que es inevitable ya que no estas haciendo las cosas como a mi me gustan… tengo que castigarte… de nuevo te cojo del pelo y te arrastro hasta la mesa, te ordeno que tienes que tumbarte boca abajo, con tu polla erecta contra el frio suelo. Tu obedeces sin rechistar.
Despacio te acaricio la espalda con la mano… luego con algo suave… cálido… contundente… si amor, es tu látigo, ese que te encanta usar conmigo….ahora lo tengo yo. Con el primer azote tu cuerpo se estremece, ahora puedes sentir el cuero, me veo en ti cuando me iniciaste como esclava. Primero te di en la espalda, luego en las piernas y te cruzo las nalgas. Cojo las velas y las acerco a las marcas para verlas bien, se derrama la cera en las heridas, suplicas .. pides clemencia… pero yo conozco tu voz y se que no estas sufriendo tanto… suelto las velas y cojo de nuevo el látigo uy castigo tu cuerpo con el cuero y tu alma con mis palabras… pasa un rato y paro…ahora si veo en tus ojos sufrimiento cuando me suplicas que pare… que te suelte los pies… tus suplicas me ablandan y comienzo a besarte, a lamerte las marcas de los latigazos… tu gimes de dolor y placer a la vez...
Al fin te suelto y tus piernas se tambalean, caes a mis pies… tienes que besarlos…subes lentamente mirándome a la cara buscando mi aprobación… te la doy y sigues hacia arriba, con la lengua lames el limite entre mi piel y el liguero, con tus manos acaricias mis piernas, yo no aguanto y te ato las manos a la espalda, me has echo cosquillas y eso no lo soporto. Solo debes utilizar tu boca, tu lengua, tu saliva… ahora sigues subiendo y me recorres con tu boca mis labios genitales, mi pubis sin vello… impoluto… con tu cara me insinúas que abra las piernas… yo lo hago y tu buscas mi clítoris con tu lengua
Yo me retuerzo, pongo mi pie en tu espalda y sientes como te clavo los tacones mientras tu sigues comiéndome el cono, tu lengua llena de ansia me da pequeños lametones en el clítoris, la vagina y me penetras suavemente con la lengua, una vez tras otra… yo me retorcía de placer… Te acaricio la cabeza mientras termino mi copa, tengo ganas de mas cana y te lo hago saber, te desato y vas a traerme otra copa, de rodillas por supuesto. Me gustas , eres mi amo y mi esclavo, vuelves hacia mi cono depilado, ahora puedes usar las manos y siento como juegas con tus dedos, apretándome despacio, siento como entra un dedo dentro de mi mientras saboreo mi copa.
3ª Parte
Estoy empezando a cansarme, con el pie te aparto y caes al suelo, esa cara que se te ha puesto me hace sonreír… me acerco a ti y me pongo de pie a tu lado, me inclino y mi cono queda a la altura de tu cuello, tienes que esforzarte para complacerme mientras notas como te abofeteó con las manos… Busco la fusta con la mirada mientras tu sigues con tu misión de darme placer, tu no te has dado ni cuenta , estas absorbido en mi, en mi cuerpo… mis jugos… De repente sientes un golpe en la cadera que te hace juntar tu cara contra mi cuerpo, empapando toda la cara con mis flujos vaginales
Te dejo tirado en el suelo y me acerco un momento hasta la cocina. Vuelvo con algo que no sabes qué es, es algo que brilla . Apago todas las velas menos una, y me pongo de rodillas junto a ti. Te ordeno que abras la boca y sientes un goteo cálido y suave… estas notando el sabor acre de mi sangre. Ahora estás unido a mí por amor, por dolor y por sangre, ya has superado las tres pruebas; La del Amor, la del Dolor, y la de la Sangre.
Pronto sabrás la prueba que te queda.
Ordeno que te levantes y hago que te vistas, incluso te ayudo. Una vez vestido te inclinas hacia mí, esa cortesía que ya esta en desuso pero es tan hermosa, quieres hablarme … me llamas Ama… suena maravilloso en tu voz profunda, y me pides conocer la cuarta y última prueba. No tengas prisa…
Pronto la conocerás.