Eran las 11 de la noche cuando nos fuimos todas juntas a dormir a la habitación. Yo tengo 22 años y la que me sigue tiene 19. Se llama Lorena. Todas nos acostamos en los colchones que nos puso Virginia. Lorena y yo íbamos juntas en uno porque éramos mayores, eran las 2 de la madrugada y no podía dormir, estaba muy incómoda, porque Martina tenía su trasero pegado a mi barriga... y eso me estaba poniendo muy cachonda.
A un punto que no aguante la excitación comencé a acariciar el trasero de Lorena, ella no despertaba. Comencé a bajarle el pantalón del pijama y su tanga, ella seguía dormida, le toque más profundamente su culo, mientras yo me quitaba el pijama y mi tanguita negra. En ese momento, hice un movimiento brusco y ella despertó, yo estaba asustada no sabía cómo reaccionaría, pero para mi sorpresa ella se acercó a mi y me dijo:
-Vamos a la otra habitación- y juntas totalmente desnudas fuimos a la otra habitación.
Lorena comenzó a quitarse su pijama(la parte de arriba)tenía unas tetas preciosas, enormes comencé a acariciarlos ella de pie en frente de mí y yo sentada con las piernas abiertas, les daba masajes suaves y luego empecé a lamerlos. Pude ver como Lorena se excitaba más y me sacaba la camiseta; de repente la tenía arriba mío lamiendo mis pechos desesperadamente, dejé sus pechos y fui a sus labios suaves, el beso comenzó lento pero luego la desesperación y el deseo lo volvieron muy salvaje.
Bajé mi mano hasta su vagina y comencé a tocarla, ella gimió de placer, en un momento cambiamos de posición, y quedé arriba de ella, acerqué mi rostro a su vagina.. quería comerla YA.
Con mi lengua comencé a chupar y saborear su clítoris y ella se retorcía del placer y pedía más. Empecé a meterme en su orificio y me bebí sus jugos. La recosté con las piernas abiertas y comenzamos la pose en tijeras, sentir su vagina mojada con la mía era una sensación placentera, aumentamos la velocidad y profundizamos nuestras vaginas.
.