Alguna vez le comenté el interés que yo tenía por mantener sexo con un hombre madurito, no hablo del típico viejo verde, si no de un hombre de mediana edad y atractivo, como por ejemplo su padre. Yo ya me había fijado en cómo miraba mi cuerpo cuando yo desfilaba en bikini por su casa hacia la piscina.
Le confesé que una de mis fantasías sexuales era montármelo con su padre. El no se molestó, al contrario, reía y decía que había visto follar a su padre con putas, pero que no creía que se atreviera con la novia de su hijo. El me contó que cuando cumplió 18 años, su padre le llevó de viaje a Holanda y allí hicieron realidad sus fantasías sexuales con prostitutas.
El tiempo pasó y yo veía cada vez más difícil hacer realidad mi fantasía, así que lo fui olvidando. Una calurosa tarde de agosto ,él me dijo que me pasara por su casa ,que pasaríamos la tarde refrescándonos en la piscina a solas, ya que su madre estaba esa semana de viaje con sus amigas y su padre había ido a pasar el día con unos amigos en la playa. Yo acepté, sobre todo después de que me dijera que tenía en su casa una sorpresa para mí.
Apenas al llegar me quité la ropa y la deje tirada en el césped del jardín, quedándome en bikini y lanzándome a la piscina, mientras el entraba en la casa para ponerse su bañador. Cuando me metí en la piscina me quite enseguida el bikini, quedándome desnuda ya que sabía que estábamos a solas. Cuando el llegó y me vio así, se quitó su bañador quedando sus 25 cm de polla al descubierto. Salí de la piscina y me tumbe en una hamaca esperando a que él viniera y me trajera esa polla para mi.
Se arrodilló delante de mí y metió su lengua en mi coño, estaba caliente, recorriendo de arriba abajo mi raja. Yo gemía y me retorcía como una guarra, si hay algo que me pone muy cachonda es saber que los vecinos pueden oír cómo follo. Cuando estaba a punto de correrme le dije que parara y que se pusiera de pie, entonces me incline hacia él y me metí su enorme polla en la boca. La chupaba como una auténtica zorra, creo que nunca se la había mamado así. Envolvía su polla con mi lengua y lamía esos
25 cm sin parar, hasta que dijo:
-¡Chupa puta, cómeme la polla!
En ese momento noté como un chorro caliente inundaba mi boca hasta mi garganta, entonces saqué la polla de mi boca y parte de su leche calló en mis tetas y me la restregué por mi cuerpo como si fuera crema.